sábado, 10 de marzo de 2012

Gracias a la siestaaaaa!!

Tengo un recuerdo bastante presente de mi niñez. LA SIESTA. Era obligatoria y no había forma de negociar. Por lo general no nos dormíamos, pero no podíamos hacer ruidos, la única forma de entretenernos hasta que pasara la tediosa siesta y que no ocasionara sonidos molestos para mis padres era leer. Buscábamos en la biblioteca libros con cuentos, dibujos, pasatiempos, crucigramas y nos acostábamos cada uno en su cama, algunos de nosotros (mis 6 hermanos y yo) caíamos en las redes del sueño y lograban su cometido, los grandes con sus reglas. Otras veces quedábamos atrapados en mundos fantásticos, universos desconocidos que no podíamos dejar.
Ahora, luego de muchos años agradezco a esas siestas obligadas y a las lecturas silenciosas que me llevaron a amar los libros y a conocer a muchos escritores maravillosos.
Así conocí a autores que no pueden dejar de conocer, entre ellos Julio Verne, Ray Bradbury, Carlos Ruiz Zafon, Ernesto Sabato, María Elena Walsh, Adolfo Bioy Casares y muchos más.
Les voy a recomendar algo en particular para leer: Un recuerdo Navideño de un autor norteamericano, Truman Capote. Encontré este cuento en mis épocas de librera y no pude dejarlo, me enamoré instantáneamente de su calidez y simpleza ya que uno de los personajes principales es el mismo Truman en su niñez. Si lo consiguen de alguna forma no dejen de leerlo.
Aquí está el libro que lo contiene:

En este mundo actual de pantallas y botones en donde todo está servido para que no necesites pensar, para que no te esfuerces, propongo que busques un libro, de un autor que te guste, de un tema que te interese y vas a ver que un libro de lleva a otro, un tema te lleva a otro y se amplían tus conocimientos y tu forma de ver las cosas... te prometo algo, la lectura es adictiva y no vas a poder abandonarla.

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